Podría decir que da gusto o
satisfacción ver que a pesar de todo las chapuzas se siguen pagando, aunque
quizá se tarde un poco. Digo esto porque una de las noticias que ha pasado
bastante desapercibida, al menos en el mundo de las redes sociales, ha sido el
tremendo varapalo que el Tribunal de Justicia Europeo ha dado a la justicia española
por el tema de la “doctrina Parot”; las causas de que apenas nadie opine sobre
el hecho de tener que excarcelar a una etarra y además pagarle 30.000€, quiero
pensar que se encuentran en que la gente está demasiado pendiente de la economía,
no porque haya “protesta selectiva” en la red (o sea, que desaparece la noticia
que no interesa que se vea o que cuesta de entender). Curiosamente en gobierno
apenas ha dicho nada sobre esto, más allá de un “garantizamos que ningún etarra
va a salir de la cárcel” que a mí me suena más a “de momento no admitimos,
cumplimos la sentencia que es inacatable, porque además en caso contrario nos
podemos llevar una gorda, sin que se entere nadie y allá paz y después gloria”;
pero como ya sabéis que a veces me gusta tocar las narices con algunas cosas
pues voy a decir la mía.
Hace años que, por lo que
respecta al código penal, los gobernantes legislan a golpe de titular
populista. Esto ha desfigurado de tal manera que hay severas contradicciones a
menudo, además de otros sinsentidos. Para los que no entienden mucho de leyes,
es como si compraras un “loft” a precio bastante apañado, y empezaras a
redecorarlo a base de ver “quién vive ahí”, bajo la premisa de que “si a todo
el mundo le parece bonito esto por separado, porqué todo junto no iba a ser precioso”. A esto
hay que sumar el particular problema que ha tenido España con el Terrorismo, y
el afán de venganza de algunos que claramente contamina la pretensión de
reinserción que tienen las penas privativas de libertad, para mí, y sin ánimo
de equiparar víctimas a verdugos, esto es
lo que ha hecho que el propio código se separe de los derechos fundamentales de
la constitución española. Por ejemplo, si ahora me volviera loco, asaltara un
banco y matara a todos los que allá se encuentran al estilo “americano” me
caerían una pila de años, que con el tope máximo impuesto por el código serian
veinte. (A los que les parezca que es poco, saldría siendo casi un sesentón y
me habría perdido casi toda mi vida). En cambio si hago lo mismo en nombre de
ETA o cualquier organización terrorista me caen 40 de tope. “Es que es un
terrorista, es malo, separatista, ha causado mucho dolor”, ¿y el otro no? Es
sólo un ejemplo. (Cabe añadir además que nuestro sistema normativo no admite la
cadena perpetua… por ahora, claro está, hay que esperar el siguiente titular).
Pero el caballo
de batalla han sido los beneficios penitenciarios. Con el tiempo los diferentes
gobiernos (aquí no hay colores), se dieron cuenta que los etarras más antiguos
saldrían a la calle pronto porque han rebajado condena acogiéndose a beneficios
penitenciarios. Enseguida algunos clamaron “¡es un terrorista, no puede salir!”
y, el ministro del interior de turno, acostumbrado al regate en corto, prometió
que no saldría ninguno ante de saber cómo lo conseguiría. Aquí nació la “doctrina
Parot”, que consiste en sumar los beneficios penitenciarios a cada pena en
lugar de la pena en total. En la práctica significa que más le hubiera valido
al reo tocarse los cojones todo el santo día en la celda y mandar de vez en
cuando a la mierda a los guardias, porque de todas formas no iba a salir antes
de veinte años. Y así se quitaron de en medio un problemilla, ellos pensaron
que por siempre jamás, no contaron con el efecto boomerang. Ahora la justicia Europea
ha dicho claramente que España atenta contra los derechos humanos en ese
precepto. Así de claro. Y condena a liberar a la demandante (una presa etarra)
y además a pagarle una indemnización. Me gustaría saber qué harán con todos los
demás a los que aplicaron en mismo parche, porque las sentencias del Tribunal
Europeo sientan jurisprudencia y no duden de que todos van a recurrir. O sea,
que terminará por haber una liberación en masa de presos de ETA, además
indemnizados. Quizá así aprendan algunos a que las chapuzas, se pagan. Y
probablemente, viendo el panorama actual, no, pero que luego no digan que no
les avisaron.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada