Bajo este eufemismo se esconde la
intención de algunos gobiernos de privatizar algunos servicios públicos
esenciales que, en manos privadas, resultan muy lucrativos, tales como educación
o sanidad. Últimamente se ha oído mucho esta expresión, dentro de la
explicación siguiente: “el servicio público X es deficitario, gastamos más que
ingresamos, por ello podríamos cederlo a una empresa experta en gestionar esto.
Ellos harán que funcione, y al mismo tiempo reactivaremos la economía, ¡todo
ventajas!”. Muy bien, ¿qué pasaría si esto mismo sucediera en la empresa privada?
Veámoslo…
El señor Rodríguez es el presidente
de una empresa, pongamos… de servicios, que siempre están de moda. Un día viene
a verlo el señor Martínez, el encargado del departamento de informática, con
una sorprendente propuesta. Esto es lo que sucede en tan gran encuentro.
-
R: Muy bien, señor Martínez, explíqueme su propuesta
de mejora del departamento de informática…
-
M: Le seré sincero, señor R. Agradezco la confianza
que depositó en mi cuando me encargó de gestionar el departamento de
informática, más aún teniendo en cuenta de que no soy informático, por cierto,
su hija le envía recuerdos. El caso es que el departamento es un desastre, nos
hemos gastado bastante dinero en compras que luego no hemos podido utilizar, y
en montar el laboratorio informático del que sólo usamos una cuarta parte. Y
bueno, también he tenido algunos gastos propios de representación, ya me
entiende. El caso es que un primo mío tiene una empresa de informática, y él sí
sabría cómo gestionar esto. Así que esta es mi propuesta, hacemos un contrato
con la empresa de mi primo para que gestione el departamento de informática, o
si lo prefiere hacemos un concursito de esos para guardar las apariencias. Él
pedirá poco, unos 5.000 al mes, y claro, utilizaría nuestras instalaciones. A
cambio su empresa se encarga de la parte informática de la empresa.
Naturalmente yo seguiría trabajando aquí, sería como el enlace, el que coordina
las dos empresas, que esos tres mil euritos al mes vienen muy bien, ¿eh? Y
bien, ¿qué me dice? ¿acepta?
-
R: O sea, en resumen está diciendo que como es un
inútil total debería contratar a una empresa para que haga su trabajo, pagando
más, y además debería mantenerlo en su puesto de trabajo y con su sueldo, ¿es
así? Entonces la pregunta es, ¿usted se cree que soy imbécil?
Pues bien,
esa es la pregunta…
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