Hacía tiempo que no escribía en éste blog, principalmente porque no se me ocurría nada que decir; y cuando no tienes nada que decir mejor estate calladito, que la puedes liar. Sin embargo esta mañana echándole un vistazo al periódico he leído una noticia que puede dar una alegría a unos cuantos españoles que hasta ahora se sentían marginados por la ley: por la ley de violencia contra la mujer; exacto, el colectivo machista, que personalmente preferiría que no existiera o, que al menos, empezaran pegándose ellos mismos a ver qué tal les sienta.
La cuestión es que el Ministerio de Justicia (?) ha decidido hacer un cambio de protocolo, y dejar de perseguir los delitos que españoles o residentes en España cometen en el extranjero, al contrario que los otros países europeos. La razón, según ellos, que son delitos muy difíciles de perseguir porque algunos de esos residentes ni siquiera vuelven a España. (Traducción simultánea para el que no lo entienda: perseguir esos delitos es caro, así que mejor se las apañe el país donde se cometa el delito, que está más cerca). Esto es cojonudo cuando se trata de delitos contra la salud pública (droga), homicidio, etc. porque todos los países persiguen esos delitos dentro de su territorio. Pero hay otros delitos aquí que no son delitos en algunos países extranjeros. Y para poneros un ejemplo os cuento una história:
Pepito (nombre fingido para preservar la intimidad del andoba) quiere casarse con Juanita, una moza de muy buen ver que además es veinte años menos que él. Por desgracia Pepito es mas feo que los pies de otro por debajo, así que su única esperanza es camelarse (con dinero si hace falta, pa eso uno es rico) a los padres de Juanita para que la presionen/obliguen a casarse. Esto en España es ilegal, pero con el nuevo protocolo no pasa nada: sólo tiene que elegir un país donde los matrimonios forzados sean legales y casarse allí (y de paso hacen la luna de miel, mira qué bonito...). A la vuelta dará lo mismo que Juanita se escape de casa de Pepito y vaya a la comisaria: como el delito se ha cometido fuera, Pepito queda impune.
Resulta que Juanita, tan joven y lozana ella, no sabe cocinar demasiado bien, y ésto saca de quicio a Pepito al que le encanta el potaje de garbanzos con chistorra y tocino. Pero claro, en España hay una ley hecha por los jodidos rojos que impide darle una buena bofetada a tu mujer si el caldo está demasiado hecho; pero no pasa nada. Guardalas todas y aprovecha la próxima vez que os vayáis de vacaciones a un lugar donde eso no se persiga demasiado. Si a la llegada al aeropuerto Juanita se lo cuenta al de aduanas no pasará nada, porque el delito se ha cometido fuera y España no va a actuar.
Y así sucesivamente con unos cuantos delitos como mutilación genital, etc. etc.
Así que ya sabéis, amigos! Si sois parte del colectivo machista y no os habéis suicidado antes de matarla a ella, haced turismo. Como veis, !todo son ventajas¡
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