Querido diario: Hoy estoy más feliz que nunca, el proyecto que tanto tiempo fui planificando en los despachos del ayuntamiento de Madrid va tomando forma. No quiero llamar al mal fario, pero si los planes siguen cumpliéndose pronto mi sueño estará hecho realidad: volver a la época en que mi glorioso padre vivió, y en la que tan bien lo pasé. ¡Y eso que aquel científico a quién pregunté me dijo que no se podía volver en el tiempo! espero que esté disfrutando investigando en Alemania.
Es cierto que Jorgito me está echando una mano; la restauración de la ley de vagos y maleantes es simplemente genial, yo no lo hubiera podido hacer mejor, y lo de comprar el camión-regadera... es todo un detalle. ¡Ya me estoy imaginando a los antidisturbios, dispersando a anarquistas, rojos y demás chusma a cañonazos de agua, como en los viejos tiempos! Sólo faltaría que el uniforme fuera gris (nota mental: sugerir a Jorgito un nuevo uniforme para la policía). Y Nachito también lo ha hecho genial, ha captado el espíritu de nuestra vieja escuela y la ha adaptado a nuestros días, y ha eliminado todas las perversiones que os socialistas habían metido. Ahora volverá a ser una escuela como corresponde: católica, apostólica, romana, y disgregada por sexos.
Pero bueno, que me voy por las ramas. Ya escribí en tus páginas lo orgulloso que me sentía de mi reforma de la justicia, para que por fin pudiera estar al servicio de aquellos que más la necesitan: los que tienen dinero a defender (Perder el tiempo por un "que mi jefe me ha despedido" es improductivo, ¡Acabáramos!); y bueno, mi reforma penal... simplemente sublime, ¡los indeseables volverán a pudrirse en la cárcel como en el 40! Pero querido diario, ayer di el paso definitivo: retrocedí el reloj de las mujeres hasta 1985, ¡o incluso antes! En el fondo es por ellas, ya se sabe que son criaturas inestables y necesitan estar sobre la protección de un hombre o los poderes públicos; si no fuera por nosotros ¡cuántas mujeres, completamente enloquecidas por el cóctel de hormonas que les segrega el cuerpo, serían capaz de matar a su hijo inocente! Y esos inconscientes de socialistas les habían dejado hacer, apadrinando una auténtica carnicería. ¡las almas de esos no-natos les perseguirán en el infierno! Ahora las madres inconscientes que pretendan abortar podrán ser castigadas gracias a mi código penal, y ¡quién sabe! lo mismo si se consideran peligrosas se les puede aplicar la "prisión revisable", (nota mental: revisar si e puede aplicar como infanticidio masivo). ¡Y como mi reforma de la justicia ha puesto las tasas judiciales por las nubes ya no podrán perder el tiempo en libertad mientras se recurre una y otra vez su caso, se les tratará como asesinas que son!
En fin, puedes ver como mi plan es perfecto y no admite fisuras por ninguna parte. Ahora sólo es cuestión de tiempo que podamos limitar los derechos de los invertidos y desviadas, tal y como estaba en los 50, 60 o 70; pero algo ya hemos hecho. De momento las desviadas ya no pueden adoptar, lástima que puedan casarse aún, pero bueno, no todo puede ser tan perfecto. Hasta otro dia:
"sinceramente de la pluma de Albertito"
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