dijous, d’abril 30, 2009

Sueños...

A veces sueño histórias. No se si será muy normal o no, pero aparecen y se desarrollan mientras duermo. Algunas son alegres, otras tristes, la mayoria extrañas. Unas pocas de esas historias, las que finalizan antes de que despierte y puedo recordar sin demasiados problemas, terminan yendo a parar a un papel. Ayer empecé a desarrollar una de esas histórias, y entonces me di cuenta de donde proceden.

No es cierto que el pasado pasa y se olvida, se deja atrás. Parte del pasado sí se queda en la cuneta, el que no tiene importáncia, el que duda si quedarse en el tren o no. En cambio los recuerdos realmente importantes se quedan, cada uno adquiere una forma dependiendo de cómo se perdieron: algunas veces en forma de odio, otras como tiernos recuerdos para evocar en momentos especiales. A veces se quedan flotando, y en sueños se filtra algún retazo. Ayer, en medio de esa historia, pude reconocer el recuerdo al cual pertenecía, y no era agradable, pero me debo a mis historias y no lo voy a modificar. Al menos quizá así me deje en paz...