dimecres, de febrer 11, 2009

Diferencias sutiles

Salvo quizás, por esa casi imperceptible gota de sangre seca, en nada más se distinguían. Palpó, incrédulo, de nuevo la textura. Arañó la tinta sin demasiado éxito, volvió a mirar al trasluz a través del papel, incluso volvió a sumergir ambos ejemplares en el líquido transparente, pero seguía sin encontrar nada nuevo. Al fin los sacó y los volvió a tender en la cuerdecita que atravesaba la habitación, y luego se dirigió hacia quien en silencio le observaba
- ¿Y dices que el billete de la izquierda es dinero negro?