dimarts, de març 17, 2009

UN POCO DE ESPERANZA

Nos revolvía el pelo con cara de contento cada vez que pasábamos por delante de su tienda, a veces nos daba unos pocos caramelos. Entonces nos quedábamos un ratito más, esperando a ver si volvía a meter la mano dentro del gran bote de plástico; él aprovechaba para contarnos historias de su país, cuentos de las mil y una noches, Ali Baba, Aladino… Sin embargo aquel día fue diferente. Nos revolvió el pelo, si, pero no como siempre. Su mirada, llena de infinita tristeza, oteaba los periódicos colgados buscando un poco de esperanza procedente de Bagdad.