LA VIDA SIGUE…
A veces puede suceder que en un mes no pase nada, y otras parece que el mundo ha cambiado de arriba abajo. La experiencia me dice que lo segundo ocurre cuando desconectas, aunque sea por breve tiempo, de algún lugar, algunas personas o en general de una forma de vida. Eso mismo me ha sucedido a mi: entre agosto y septiembre apenas pasa un suspiro, pero puede ser lo suficiente para que un día te acuestes siendo un joven algo juerguista, sin preocupaciones importantes y amante de la buena cerveza y al levantarte hayas pasado a convertirte en un ciudadano medio de tu país, que cobra el sueldo medio del país, tiene deudas como la mayoría de los ciudadanos del país y un utilitario como muchos de los ciudadanos del país. En mi caso está más marcado aún, porque el inicio del curso es también el inicio de otro año en la vida particular. Mucha gente se pasaría una semana con los ánimos bajos, pero en mi caso estoy acostumbrado a extender los brazos y ver qué deparará el futuro, no cómo un conformista que navega a la deriva, sino más bien como un caminante que no sabe demasiado bien cómo será el camino que está siguiendo. Así que este año supondrá un auténtico reto: nuevos amigos, nuevos sentimientos, nuevo trabajo, nuevas ilusiones, y porque no decirlo? Nuevo coche y nuevo dinero en mi cuenta!
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